Buga fue impetuoso, pero el local aprovechó la experiencia, técnica, despliegue de fuerza y algo de marrullería de sus hombres para hacer historia y matricularse esta noche como el primer finalista de la naciente Copa Profesional de Fútbol de Salón en Colombia.
La visión con que se construyó este elenco cumple su meta principal y se ubica a la espera de conocer si los Cuervos de Manizales o Bello de Innovar se convierte en su último rival y acompañante de una gesta que inició este año la clase dirigente de una de las disciplinas más masivas que hay en el país.
Y así se haya comenzado perdiendo con un gol a los 54 segundos de inaugurado el encuentro, Bucaramanga FSC encontró en los argentinos Cristian Banegas y Oscar Núñez a los hombres del portento y que no dan por perdido ningún balón, así el esférico esté botando en alguna tribuna del Coliseo 'Vicente Díaz Romero'.
Digamos que la 'berraquera gaucha' salta al maderamen así como los goles, pues los dos aportaron, pero especialmente Núñez que salió como el goleador de la velada al sumar cuatro dianas.
Punto aparte el talento, el mago con el útil pegado al botín. Jhon Pinilla traza en su mente las rutas, las jugadas que ponen frente al arquero rival a alguno de sus compañeros y le da tiempo para marcar, para tirarse al pizo.
Junto al 'mágico', aparece el efectivo. Un santandereano goleador como Fabio Ruiz que al más mínimo despiste rival infló las redes de Jair García para ofrecer la alegría a los más de 3.000 hinchas que acompañaron al buen equipo que dirige el histórico Giovanny Hernández.
La mezcla perfecta la completa Edgard Gualdrón en el pórtico y la experiementada banca que alienta con gritos y relevos de lujo a los cinco titulares. Uno ejemplo fue Jonathan García quien aprovechó cada instante en el terreno para marcar el rival y apuntarse tres tantos en un juego que vio a ratos.
Del rival se puede decir que en los primeros cuatro minutos hizo el partido perfecto. Apretó marcas durante toda la cancha y no dejó que el portero santandereano pudiera distribuir el útil o disparar al marco rival, jugada que siempre es el comienzo de la fase ofensiva.
La calidad técnica de jugadores como Andrés Gómez, Derris Sánchez y Alex Gustavo García ofreció instantes de plasticidad y belleza en el juego, pero su temperamento y tal vez el hecho de dejarse provocar por unos locales curtidos en mil batallas, les hizo perder el enfoque.
El balón pasó a un segundo plano y se dejaron llevar a los terrenos del juego fuerte, marrullero que a ratos esboza a la perfección los elementos búcaros. Y aquí perdieron. Las tarjetas rojas aparecieron y se diluyó el sueño de igualar una serie semifinal.
Reposa tranquilo un Bucaramanga FSC que aguarda su rival y sellar con el trofeo un sueño que hoy está más cerca
La visión con que se construyó este elenco cumple su meta principal y se ubica a la espera de conocer si los Cuervos de Manizales o Bello de Innovar se convierte en su último rival y acompañante de una gesta que inició este año la clase dirigente de una de las disciplinas más masivas que hay en el país.
Y así se haya comenzado perdiendo con un gol a los 54 segundos de inaugurado el encuentro, Bucaramanga FSC encontró en los argentinos Cristian Banegas y Oscar Núñez a los hombres del portento y que no dan por perdido ningún balón, así el esférico esté botando en alguna tribuna del Coliseo 'Vicente Díaz Romero'.
Digamos que la 'berraquera gaucha' salta al maderamen así como los goles, pues los dos aportaron, pero especialmente Núñez que salió como el goleador de la velada al sumar cuatro dianas.
Punto aparte el talento, el mago con el útil pegado al botín. Jhon Pinilla traza en su mente las rutas, las jugadas que ponen frente al arquero rival a alguno de sus compañeros y le da tiempo para marcar, para tirarse al pizo.
Junto al 'mágico', aparece el efectivo. Un santandereano goleador como Fabio Ruiz que al más mínimo despiste rival infló las redes de Jair García para ofrecer la alegría a los más de 3.000 hinchas que acompañaron al buen equipo que dirige el histórico Giovanny Hernández.
La mezcla perfecta la completa Edgard Gualdrón en el pórtico y la experiementada banca que alienta con gritos y relevos de lujo a los cinco titulares. Uno ejemplo fue Jonathan García quien aprovechó cada instante en el terreno para marcar el rival y apuntarse tres tantos en un juego que vio a ratos.
Del rival se puede decir que en los primeros cuatro minutos hizo el partido perfecto. Apretó marcas durante toda la cancha y no dejó que el portero santandereano pudiera distribuir el útil o disparar al marco rival, jugada que siempre es el comienzo de la fase ofensiva.
La calidad técnica de jugadores como Andrés Gómez, Derris Sánchez y Alex Gustavo García ofreció instantes de plasticidad y belleza en el juego, pero su temperamento y tal vez el hecho de dejarse provocar por unos locales curtidos en mil batallas, les hizo perder el enfoque.
El balón pasó a un segundo plano y se dejaron llevar a los terrenos del juego fuerte, marrullero que a ratos esboza a la perfección los elementos búcaros. Y aquí perdieron. Las tarjetas rojas aparecieron y se diluyó el sueño de igualar una serie semifinal.
Reposa tranquilo un Bucaramanga FSC que aguarda su rival y sellar con el trofeo un sueño que hoy está más cerca
